El día previo a la celebración, Arturo y yo nos fuimos a buscar localizaciones en esta preciosidad de pueblo que es Biar, teníamos ya vistos varios lugares representativos para ellos, pero al día siguiente, el tiempo cambió y no nos permitió acudir a todos esos lugares. A veces, las cosas cambian y son para bien, porque nos dió la posibilidad de ir a una casa antigua con un jardín modernista y dejar volar la imaginación. En este jardín el otoño ya comenzaba a hacer su aparición y deleitarnos con sus cálidos colores.
Enhorabuena parejita.
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